Comentario
Dentro de Atenas el monumento en el que antes se deja sentir la influencia del Partenón es el Hephaisteion, templo dedicado en el extremo noroccidental del Agora a las divinidades protectoras de la industria artesana, Atenea y Hephaistos. Se empezó a construir en el año 449 según el modelo de templo dórico canónino (6 x 13 columnas), en mármol pentélico, interrumpieron las obras a causa de las del Partenón. Cuando se reemprenden, acabado éste, son un eco suyo, sobre todo en el interior de la cella, cuya nave central está delimitada por una columnata en forma de U. Se incorporaron también los adelantos conseguidos en el Partenón en materia de proporciones esbeltas de las columnas, contracción de metopas, curvatura y policromía, rasgos que pueden ser constatados con facilidad por estar el Hephaisteion muy bien conservado, incluida la techumbre.
Un aspecto no siempre señalado, a pesar de su interés, es la decoración mural pintada y estucada que tuvieron las paredes de la cella. Para esta decoración se debió contar con la existencia de la columnata interior e incorporarla a la visión pictórica; así, las pinturas adquieren un enmarque arquitectónico o bien la arquitectura se integra en el cuadro. Tenemos aquí el germen de un género pictórico que adquirirá gran desarrollo con el tiempo.
El mismo arquitecto que actúa en el Hephaistheion, un ateniense influido por Iktinos, es el responsable del templo de Poseidón en el cabo de Sounion, el extremo más meridional de Atica y su última proyección en el Egeo. El lugar es ideal para la epifanía del dios de las fuerzas marinas, domeñador de las olas y del viento, y para servir de reclamo resplandeciente al imperialismo ático, dentro del plan constructivo ideado por Pericles. El templo es hexástilo y las columnas formadas por tambores de mármol blanco son tan delgadas, que no se vuelven a ver así hasta la arquitectura jónica del siglo IV. El interés por el espacio, patente en la estructura y proporciones de la cella, demuestra una vez más la influencia ejercida por Iktinos.
La fructífera colaboración de Pericles e Iktinos se extiende al santuario de Démeter y Kore en Eleusis, cerca de Atenas. Los Misterios Eleusinos constituían una de las facetas más notables de la religiosidad griega y para dar la dignidad debida a su celebración, Iktinos proyectó un magnífico Telesterion, la sala o recinto cerrado al que acceden los iniciados en el ritual de los Misterios. A pesar de las reformas posteriores, el proyecto de Iktinos, continuado y acabado -según Plutarco- por los arquitectos Metágenes y Xenokles, se reconoce en la inmensa sala columnada de planta cuadrada y rodeada de gradas por los lados. Todavía hoy, sentarse en el graderío del Telesterion equivale a percibir las consecuencias derivadas de la armonía de los contrarios como principio fundamental de la arquitectura clásica.